Estética de la puesta

La propuesta estética de “Ese fulgor…” funde en un mismo código
el lenguaje del texto espectacular y el de la puesta escenográfica, la cual profundiza y enriquece el mundo sensorial que se derrama al público desde la rotura de la palabra, hacia una búsqueda de interpretación más simbólica y poética que la del mero análisis de los hechos. Edificios en forma de llaves, una lluvia de peces de papel, una cama que transita por el tiempo más que por la escena, como la anticipación de un destino que finalmente será revelado.
La utilización de la escala de sepias intenta colocar la temporalidad de la historia en un pretérito indefinido en el cual los personajes comienzan a viajar, rompiendo la línea de progresión histórica de la obra. Inspirada en la visión del mundo de Juan Carlos Onetti.

La puesta muestra continuamente el derecho y el revés de sí misma, poniendo en evidencia la propia precariedad de su ser y de lo que consideramos nuestra realidad.